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En cuanto a la resistencia y duración ¿Qué diferencias existen entre cerámica y porcelanato en condiciones de uso?
Las principales diferencias están determinadas por dos resistencias: mecánica y al desgaste. La primera relacionada al peso constante y en un solo punto que puede soportar el material, y la segunda referida a cuánto resiste la superficie del cerámico ante el tránsito que se ejercerá sobre él, una vez instalado.
Resistencia mecánica: Ambos tienen buena resistencia mecánica en ambientes residenciales o comerciales de mediana rotación y hasta estacionamientos. Sin embargo, el porcelanato por ser más compacto soporta mayor carga mecánica (entiéndase peso), y muchas veces se recomienda para zonas que requieran un mayor desempeño técnico como industrias y grandes almacenes.
Resistencia al desgaste: Ambos tienen buena resistencia, dependiendo del tipo de acabado superficial (mate, brillante, opaco u otro) y las condiciones de abrasión a qué estén sometidos. La cerámica esmaltada cuenta con una capa protectora que aporta resistencia a desgaste por abrasión, sobre todo en aquellos con esmaltes mates que son ideales para tránsitos medio y alto.
Algunos porcelanatos usan esmaltes mates o brillantes para lograr resistencia superficial; otros, por el contrario, no son tan resistentes y pueden acusar rayaduras incluso en uso residencial. La cerámica por el contrario siempre lleva una capa de esmalte que en muchos casos le brinda mayor resistencia a desgaste.